La copa menstrual, así como otros dispositivos vaginales internos, se asocian a la aparición de esta enfermedad.
El síndrome del shock tóxico (SST) es una afección que puede estar causada por dos tipos de bacterias, el Staphylococcus aureus y el Streptococcus pyogenes. Estos microorganismos liberan una toxina que, en aquellas personas que carecen de anticuerpos para combatirlas, pueden provocar una septicemia o infección generalizada.
Hoy en día, menos de la mitad de los casos de SST se asocia al uso de tampones. Esta relación se debe a que la capacidad de absorción de estos productos y su colocación en el interior de la vagina permite una mayor concentración de oxígeno en la zona, lo que favorece la producción de las citadas toxinas.
¿Qué signos provoca el SST?
Los síntomas del síndrome del shock tóxico son similares a los de un resfriado:
- Vómitos
- Fiebre alta
- Diarrea
- Tensión arterial baja
- Sarpullido en las palmas de las manos o en las plantas de los pies, similar al provocado por una quemadura del sol, durante la regla o en días posteriores.
- Dolor muscular
- Mareos o desmayos
¿El SST se puede prevenir?
Las personas que carecen de los anticuerpos para hacerle frente a las toxinas que provocan el síndrome del shock tóxico deberían evitar utilizar tampones súper absorbentes y adquirir aquellos cuyo grado de absorción se ajuste a su flujo menstrual. Por otro lado, estos productos deberían cambiarse como mínimo cada 4-8 horas, así como no excederse en su uso (por ejemplo, utilizar compresas en lugar de tampones para dormir).
En cuanto a la copa menstrual, lo idóneo es limpiarla minuciosamente antes de utilizarla por primera vez; extraerla, lavarla e introducirla cada 4-8 horas en la vagina, así como asegurar una higiene de manos óptima antes y después de manipularla.
¿Cómo se diagnostica?
Para poder diagnosticar este trastorno es necesario que se manifiesten simultáneamente cinco o más síntomas claros y sus consecuencias pueden ser graves: puede causar fallos multiorgánicos (insuficiencia renal, cardiaca o hepática), una circulación disminuida en las extremidades, lo que puede requerir amputación de miembros, e incluso conducir a la muerte.
No obstante, cabe reseñar que la mayor parte de la población cuenta con los anticuerpos necesarios para no contraer esta enfermedad. Además, la prevalencia del síndrome del shock tóxico es muy baja.
En Estados Unidos, por ejemplo, afecta a una de cada 100.000 personas, que pueden ser tanto mujeres como hombres, en este caso, asociado a infecciones cutáneas, quemaduras u operaciones quirúrgicas.
Si percibes los síntomas citados o quieres ampliar la información acerca del SST, contacta con nuestra clínica y te asesoraremos al respecto.